El nuevo televisor de Samsung gira para videos verticales

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n su búsqueda de diversificar los televisores para llegar a nuevos públicos, Samsung le ha dado una vuelta –nunca mejor dicho– a la pantalla. Hace un año lanzó en Corea del Sur a modo de campo de pruebas, The Sero, una tele dirigida a un público millenial que consume muchos de sus vídeos en vertical, así que la pantalla de 43 pulgadas que gira 90 grados cuando detecta un contenido en ese formato. Después del éxito del producto en el país de origen, la compañía coreana ha decidido venderlo en todo el mundo.
Sero significa vertical en coreano. Efectivamente, cuando el televisor detecta que le llega una imagen vertical, como muchas de las que pueblan las redes sociales, se gira de forma automática. Si el vídeo pasa a ser horizontal, de nuevo su motor coloca la pantalla con esta orientación. El cambio es suave y preciso. La pantalla es QLED y en formato 4K. Para enviar vídeo desde el teléfono basta con tocar con el terminal en el borde superior.

La segunda gran característica de The Sero es un equipo de sonido 4.1 con 60 W de potencia
La segunda gran característica de este producto tan extraño –y a la vez, con tanto sentido– para una generación que mira más que nada a pantallas verticales, las de los móviles, es su sonido. La peana que sostiene el televisor oculta un sistema 4.1 con 60 W de potencia, ideal para ver vídeos musicales. La única contradicción de The Sero es su precio. Costará 1.500 euros, por lo que se aleja por ahí del alcance de buena parte de su público potencial, que tienen toda una gama muy completa de pantallas por debajo de ese precio.
La idea de Samsung es que The Sero sirva como centro multimedia, ya sea para fotos o música
La idea de esta pantalla capaz de reproducir vídeos verticales en toda su superficie recibió el premio a la mejor innovación de su categoría en la pasada feria Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, celebrada a principios de enero pasado. La idea de Samsung es que The Sero sea utilizada como un centro multimedia, ya que puede servir para reproducir fotos, cuadros o simplemente como reproductor musical.
Visitó el espacio y ahora el lugar más hondo del océano

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olo ocho individuos han llegado al Challenger Deep, el punto más profundo del océano. Más de 550 han visitado el espacio. Sin embargo, solo una ha hecho ambas cosas.
El domingo, Kathy Sullivan, astronauta y oceanógrafa de la NASA, visitó el Challenger Deep, que se encuentra a una profundidad de 10.928 metros en el océano Pacífico occidental, como parte de la Expedición del Anillo de Fuego organizada por la compañía de aventuras EYOS Expeditions y el especialista en tecnología submarina Caladan Oceánico.
Antes de la expedición, EYOS invitó a tres intrépidos exploradores, a los que llaman “Especialistas en misiones”, para aventurarse al fondo de la fosa de las Marianas, donde se encuentra el Challenger Deep. Guam es la masa terrestre más cercana, queda a unos 321 kilómetros de la trinchera. Sullivan es la primera de los tres exploradores en terminar la misión de aproximadamente 10 horas, con dos más esta semana.
Una vida de exploración
Sullivan visitó el Challenger Deep con Victor Vescovo, fundador de Caladan Oceanic, y un explorador condecorado.
Desde que era niña, Sullivan se ha inspirado en los exploradores. “Siempre estaba siguiendo a los primeros astronautas, Jacques Cousteau y los primeros acuanautas. Eran personas inquisitivas. Eran personas inteligentes que podían descubrir cómo hacer que las cosas sucedan”, recuerda.

En lo profundo
El domingo 7 de junio, Sullivan se preparó para su misión al Challenger Deep con su colega científico Victor Vescovo, quien es el fundador de Caladan Oceanic y un explorador condecorado. Entre sus muchos logros, Vescovo fue la primera persona que visitó la cima de todos los continentes, ambos polos, y el punto más profundo del océano.
Antes de su partida, el equipo de EYOS envió varios “aterrizadores” científicos al fondo del océano para comprender las condiciones, como la temperatura del agua y la salinidad, y establecer referencias para ayudar a la navegación, ya que el vehículo debe viajar en la oscuridad.
